Me llamo Catalina Alonso y soy abogada de la Universidad Católica. Antes de estudiar el MBA, trabajé alrededor 6 años en un estudio de abogados nacional y otro internacional en Chile. Como abogada corporativa, tuve la oportunidad de asesorar a varias empresas, tanto nacionales como internacionales, que operaban en distintos rubros, entre ellos plataformas tecnológicas de intermediación de usuarios, empresas de desarrollo de software, maquinarias y químicos. Incluso realicé un secondment en Uber Eats, trabajando como si fuera su abogada in house.
Todas estas experiencias, al trabajar de la mano con empresas, despertaron mi interés por el mundo de los negocios. Me gustó la posibilidad de trabajar con equipos diversos profesionalmente y entender la perspectiva de personas con distinta experiencia sobre un mismo tema. Tuve la oportunidad de trabajar con equipos comerciales, de marketing y finanzas. Fue así como me di cuenta de lo importante que es tener herramientas técnicas que me permitieran comprender en profundidad las distintas áreas de una empresa y, complementarlo con mi conocimiento legal, para poder contribuir a las empresas desde una perspectiva global.
Esto, junto a otros factores, me llevó a la decisión de estudiar un MBA. Desde el momento en que tomé la decisión de estudiar un MBA hasta comenzar mis estudios, fue un camino largo, agotador y emocionante a la vez. Junto con mi entonces pololo y actual marido, buscamos países y universidades que nos gustaran y cumplieran con los requisitos que eran importantes para cada uno de nosotros; por ejemplo, yo prefería un programa de un año, mientras que para él era importante que fuera de dos. Después de mucha investigación, decidimos estudiar en Europa; las alternativas finales eran universidades en Italia, Francia e Inglaterra. Parte del proceso fue la preparación de las pruebas para postular a las universidades: IELTS y GRE. La parte matemática del GRE fue la que me demandó más tiempo y esfuerzo, dado que hace más de trece años que no estudiaba ni trabajaba con números. La preparación de la prueba fue un desafío, sobre todo por el hecho de tener que compatibilizar el estudio con un trabajo demandante. Fueron meses duros, me levantaba a las 5:30 AM para estudiar entre 6 y 8, luego a las 9 AM empezaba mi día laboral y seguía con los estudios los fines de semana.
Finalmente, nos decidimos por Inglaterra, nos casamos y nos vinimos a vivir a Londres en agosto del 2023. Mi marido entró a un MBA en “London Business School“, y yo a un MBA en “Bayes Business School“. Lo que me convenció de este programa fue su enfoque práctico y la malla curricular. Han sido meses desafiantes, intensos y emocionantes a la vez. En un mismo mes cambié mi estilo de vida 100%, nuevo país, idioma, personas y áreas de conocimiento. Londres es una ciudad increíble para vivir; donde hay miles de lugares para conocer y cosas para hacer.
En mi generación del MBA somos 37, todos con distintos backgrounds (dentro de ellos dos abogados más) y de distintos países como India, Turquía, Perú, Australia, Estados Unidos, China, Tailandia, Chipre, Armenia, Rusia, Israel, etc. El hecho de ser una generación chica me ha permitido conocer a todos mis compañeros y trabajar con la mayoría de ellos, he conocido personas increíbles. La diversidad de experiencias laborales y culturales enriquece tanto a nivel personal como académico. Como abogada, he podido aportar una perspectiva única a las discusiones y proyectos del programa. He aprendido muchísimo sobre variados temas (todos nuevos para mi), entre ellos contabilidad, finanzas, estadística, estrategia, marketing y recursos humanos. Una ventaja del MBA es el enfoque práctico que se le da a los cursos, cada vez que terminamos tres ramos tenemos una “Integration Week”, para aplicar en grupo estos conocimientos a casos concretos. He descubierto y disfrutado mucho los ramos relacionados con estrategia y marketing, que seguiré profundizando con electivos internacionales en Portugal y Milán en marzo y abril de este año. Valoro mucho la oportunidad de poder estudiar después de trabajar, porque permite ver las cosas desde otra perspectiva.
Estoy muy entusiasmada por lo que viene en este 2024 y feliz de haber elegido hacer un MBA. Me gustaría animar a personas que estudiaron diferentes carreras y especialmente a las abogadas a que se animen a postular a programas de MBA si les interesa, y no se sientan limitadas por lo que estudiaron, su experiencia laboral o los requisitos de postulación. Lo que aprendieron en la universidad y en el trabajo les da herramientas que pueden usar en otras áreas ¡Este MBA ha sido una experiencia increíble para mí, y creo que todos pueden encontrar oportunidades emocionantes más allá de lo que pensaban!
Si estás pensando en postular, tienes dudas del proceso o sólo quieres conversar, contáctanos en nuestras redes sociales @womenmbachile (Instagram o LindkeIn)!
