Me llamo Sofía y soy Ingeniera Comercial. Mi historia MBA parte con la decisión que tomamos con Pablo, mi marido, de vivir fuera de Chile. Queríamos vivir esta experiencia y la primera pregunta a resolver fue “dónde”. Tomamos la decisión de irnos a una ciudad en la que yo pudiese trabajar y que hubiese alternativas de buenas universidades, y elegimos Nueva York. Pablo, empezó su en MBA en Columbia en agosto 2022 y yo tenía dos planes muy estructurados, el primero era buscar trabajo y el segunda era postular al Tech MBA de NYU.
En Chile había estudiado Ingeniería Comercial en la Universidad del Desarrollo. Siempre me interesó la tecnología y la innovación. Empecé mi carrera en Microsoft, en el área de finanzas. Ahí estuve dos años cuando me di cuenta de que quería hacer algo diferente. Me fui a trabajar a Samsung Electronics como Key Account Manager. Luego de tres años decidí volver a estudiar un Máster en Innovación en la Universidad Adolfo Ibáñez. Ahí fue cuando sentí que quería redireccionar nuevamente mi carrera. Tomé un nuevo rol en Samsung antes de venirme a New York, me hice cargo de desarrollar el canal Ecommerce Direct-to-Consumer para las categorías de TV, Audio y Monitores.
Buscar trabajo en Estados Unidos fue toda una experiencia. Como nos vinimos con la visa J, yo pude sacar el permiso de trabajo (EAD). Este se puede demorar entre dos y seis meses, yo tuve suerte y en un mes ya me había llegado por correo. Después de tener mi permiso y cambiar mi ubicación de mi perfil de LinkedIn a U.S, empecé con la búsqueda. De todos los procesos a los que postulé y algunos que me contactaron mediante Headhunter, llegué a dos a la etapa final. Estuve aproximadamente tres meses en esto, hasta que decidí empezar la postulación al MBA en noviembre.
Mientras buscaba trabajo decidí mantenerme ocupada, postulé a una Non-Profit de Nueva York como voluntaria (www.volunteermatch.org) y me llamaron para que las ayudara a instalar su tienda en Soho. La fundación (www.shoprepurpose.org) recibía donaciones de ropa y accesorios de lujo que luego vendía. Lo que ganaban lo donaban a fundaciones que ayudan a mujeres y niños en Nueva York. Fue toda una experiencia porque aprendí a reconocer telas y agrupar ropa en la tienda. Muchas de las voluntarias vivían por la moda y estudiaban carreras relacionadas con Fashion. Cuando ya instalamos la tienda les empecé a ayudar con estrategias de Marketing y a organizar las campañas en Google ADS. Estuve como voluntaria tres meses.
La decisión de hacer el MBA fue por lejos la mejor. Empecé la postulación en noviembre 2022 para la última ronda de NYU que cerraba en Enero. Por los despidos masivos de Tech que estaban ocurriendo en ese momento, NYU decidió dejar como opcional el requisito de la prueba GMAT/GRE/EA. Yo tomé este beneficio, ya que no iba a postular a otro MBA. Me enfoqué 100% en la postulación, y me junté con personas que habían hecho el mismo programa. Tuve suerte de conocer en Nueva York a uno de ellos, lo que me ayudó mucho en el proceso.
El programa MBA Tech de NYU dura un año, y empieza a mediados de mayo y en mi generación somos 51 personas, por lo que es una experiencia un poco diferente. Conocer a absolutamente todos tus compañeros, saber sus nombres y además compartir un interés en Tecnología es algo que he disfrutado mucho. Las conversaciones en clases son muy interesantes y cada uno tiene mucho que aportar. Lo más difícil hasta ahora ha sido aprender a programar. Estoy lejos de ser una experta, pero al menos entiendo el lenguaje.
Tengo muchas cosas positivas de esta experiencia, una de las mejores ha sido las amistades formadas. Comenzando con los amigos que formamos con mi marido en Columbia, quiénes fueron los primeros en apoyarme y saltar a felicitarme por haber quedado en NYU. Además, toda la red de amigos muy enriquecedor que he generado en mis estudios durante el MBA.
Una gran conclusión que quiero compartir es que la experiencia de vivir afuera depende de cómo tú la moldeas. En mi caso, venir con plan A y B me ayudó mucho a cumplir mis sueños y cuando sea mayo 2024 voy a estar orgullosa de haber logrado mi meta de tener dos años enriquecedores en Nueva York.
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